La elección más importante de 2023

Se generó un terremoto político en Argentina cuando un duro libertario alcanzó la mayoría de los votos en las primarias presidenciales nacionales de agosto.

Ahora todos están atentos a la elección general del domingo. ¿Elegirán los votantes a Javier Milei con la esperanza de rescatar su moribunda economía?

Antes de echarle una mirada cercana al candidato, dejemos claro que la economía Argentina necesita ser rescatada. Década tras década de políticas de estado han transformado una nación antiguamente rica en un caso económicamente perdido.

La desdicha económica de la Argentina no sorprende a nadie que haya prestado atención.

Pero sí es una sorpresa que los votantes ahora parecen comprender que el gobierno es el problema.

¿Por lo tanto Javier Milei es la solución?

Los medios de comunicación del establishment parecen pensar que él es otro Donald Trump. De hecho, el New York Times utilizó estos titulares en un artículo ayer.

 

Pero, como ocurre con frecuencia, el New York Times está fuera de lugar.

En un artículo para la Foundation for Economic Education, Federico Fernández explica que es absurdo igualar a Milei y a Trump.

“Javier Milei no es un mero populista que busca la atención con discursos polarizantes. Él es, esencialmente, un reformista radical deseoso de romper los vínculos con el ciclo de decadencia que ha azotado la Argentina desde que el Peronismo ascendió al poder en 1946. …Milei defiende una transformación total. Su visión es la de una economía argentina anclada en los principios del libre mercado, de la propiedad privada, de los valores occidentales y de la constitución liberal clásica de la nación… En vez de vender teorías conspiratorias sin base o de apuntar a grupos marginalizados, Milei le da voz a un sentimiento que crece, particularmente en la juventud del país: la economía argentina, altamente tributada y sobrerregulada, ha colapsado y eso es irremediable. …Argentina puede estar al borde de un cambio de época y la brújula no apunta hacia la América de Trump, sino hacia los rumbos revolucionarios planteados por Balcerowicz y Laar. Al no ver nada rescatable en el edificio populista de Argentina, sostiene que hay que demolerlo, porque es una reminiscencia de la desintegración del comunismo tras la caída del muro de Berlín.”

 

 

Asimismo, está mal pensar en Milei como una versión argentina del Jair Bolsonaro de Brasil.

Presento aquí algunos extractos del artículo de Daniel Raisbeck en Reason.

“…ustedes pueden tener la impresión de que Javier Milei … es un identikit de Jair Bolsonaro, el expresidente de Brasil, a quien algunos medios de comunicación apodaron “el Trump de los trópicos.” …Como Bolsonaro y Trump, Milei rompe el protocolo político establecido —por medio del uso táctico de la irreverencia— y pasa por alto la corrección política. Sin embargo, más allá de los trucos y de las declaraciones generales las diferencias de Milei respecto de Trump y Bolsonaro son tan significativas como sus semejanzas. …Bolsonaro es un oficial de carrera del ejército que sirvió en el Congreso durante 27 años, durante los cuales votó frecuentemente contra medidas de libre mercado … Meses previos a las elecciones de 2022 dio a conocer un paquete de “gasto social” de 7.600 millones de reales que… enmendó la constitución “para eludir el límite de gasto del país e impulsar los beneficios sociales.” …Milei es diferente. …un economista entrenado, con una comprensión sólida de los principios de la escuela austríaca. Es un producto intelectual de la rica tradición del pensamiento liberal clásico de la Argentina. …Entre las principales propuestas de Milei se incluye una apertura comercial unilateral de la Argentina altamente proteccionista, liberándose del banco central y frenando la moneda nacional para dolarizar la economía –muy lejos del nacionalismo económico de Trump.”


Entendámonos. Trump probablemente no podría escribir la palabra dolarización, y mucho menos entender por qué
sería una buena idea.

Este tweet indica correctamente que Milei se parece más a Rand Paul que a Trump.

“En un rincón del ring está parado Javier Milei, 52, autodefinido como coach de sexo tántrico, outsider anarco-capitalista y favorito en las próximas elecciones presidenciales argentinas; en el otro, su compatriota el Papa Francisco… Milei, un político desconocido hasta el 2020, se ha comprometido a librar una “batalla cultural” para transformar la Argentina en un paraíso libertario en el que la eficiencia capitalista reemplace la asistencia social … Desde Roma, el Papa Francisco ha expresado su gran preocupación sobre el auge de medidas tan insensibles en su país. …La doctrina de justicia social del Papa es sinónimo de robo en el partido La Libertad Avanza de Milei, porque se basa en ingresos fiscales. “Jesús no pagaba impuestos,” twiteó una vez Milei, etiquetando la cuenta oficial del Papa. …Milei ha trolleado a Francisco con repetidos tweets tóxicos, llamándolo una “mierda comunista”, un “sorete” y acusando al pontífice de “predicar el comunismo al mundo”.

…Humanista no es un término que se pueda aplicar a la economía de Milei. Además de legalizar la venta de órganos humanos, su puntiaguda agenda propone “dinamitar” el Banco Central, abolir el sistema público de educación con matrícula sin costo y desmantelar los servicios de salud públicos gratuitos.”

 

 

Como también he criticado al Papa Francisco (aunque no con un lenguaje tan colorido) por sus políticas estatistas, obviamente estoy de acuerdo con Milei. Y me hace gracia la invocación que hace Milei de un Jesús con tendencia libertaria (que se puede ver aquí, aquí, aquí, y aquí).

Voy a cerrar con la confesión de que no tengo idea de si Milei podría ser un salvador económico de Argentina. Me gustan sus ideas, por supuesto, pero no tengo ni idea de si las podría implementar si fuera electo.

¡Caramba! Quizá la candidata convencional de centroderecha (Patricia Bullrich) sea la versión argentina de Ronald Reagan y sería una fuerza más eficaz para un gobierno más pequeño. O tal vez el candidato de izquierda (Sergio Massa) pretenda copiar a Nueva Zelanda, en donde el Partido Laborista nominalmente de izquierda en los años 80 del siglo pasado adoptó reformas de libre mercado que rejuvenecieron la economía de aquella nación.

Dicho esto, dado el pésimo desempeño del último presidente de centro-derecha y el horrible historial de los peronistas de izquierda, esperar buenos resultados de cualquiera de ellos sería un triunfo de la esperanza sobre la experiencia.

Escrito por Daniel Mitchell. Para ver el artículo original haz clic aquí (en inglés).